Quienes Somos


Finnca es una empresa con base tecnológica que se dedica a la comercialización de Frutas y Verduras, buscando crear lazos directos con agricultores, en donde ellos puedan generar mayores ganancias basadas en precios más justos, garantizando sus ventas a través de nosotros y eliminando a los intermediarios.

La idea de crear Finnca surge al ver las toneladas de alimentos desperdiciados a lo largo de toda la cadena alimentaria, desde la producción agrícola, hasta el consumo final en hogares y restaurantes. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) se estima que a nivel mundial 1300 millones de toneladas de alimentos se pierden o desperdician anualmente. Esto a que no existe ninguna información que conecte la producción de los agricultores con la demanda de la ciudad, provocando pérdidas que perjudican al desarrollo económico y al medio ambiente, por ende tenemos como desafío disminuir esta problemática a través de un canal alternativo de ventas el cual, a través de la tecnología de nuestra plataforma, analiza la demanda de nuestros clientes, la cual nosotros la usamos para saber exactamente que comprar a nuestros agricultores, logrando una calendarización de cultivos ordenada con ellos y la seguridad de las ventas de sus productos con nosotros.

Por otro lado, nos preocupa mucho la calidad de nuestros productos, por lo que contamos con mantenedoras, tinas de agua y cámaras de fríos en nuestras instalaciones. Conectar el campo con nuestros clientes siempre será nuestra prioridad, trabajar de la mano con agricultores nos permite ofrecer los mejores productos, y también, transformar la cadena de producción y la forma en que la gente se alimenta, aportando al cero desperdicio.

Actualmente tenemos tres tipos de clientes, Consumidores Finales, Canal Horeca(Restaurant, Hoteles, Casinos de Empresa) y Mayoristas. Utilizamos la tecnología para entregarles un servicio óptimo, en donde ahorran distancia, tiempo y dinero, logrando algo diferente e innovador, que les aporta valor, con una fuerte creencia en que la idea de tecnificar el campo reducirá los desechos y creará una economía más justa.